… Érase una vez un grupo de chicos de un instituto que viajaron más allá de las fronteras de la fachada de su casa, instituto, ciudad, país… y se encontraron con algo denominado Europa, y miles de oportunidades aguardándoles un futuro prometedor: trabajo y bienestar social…
EUROPA COMO LUGAR DE OPORTUNIDADES PARA JÓVENES
Tengo dieciséis años, y dentro de unos días cumpliré los diecisiete; y de vez en cuando me surgen preguntas del tipo ¿me he dado cuenta que se me ha pasado el tiempo en el que uno vive sin preocupaciones? ¿Por qué camino voy a optar cuando termine el instituto? ¿Estudio medicina, derecho, magisterio…? ¿Monto una peluquería? ¿Un gimnasio? ¿Tal vez una tienda?... Y así muchas más que hacen que me cuestione cosas de cara a un posible mundo laboral. Quizá, estés leyendo mi blog y te encuentres en esta edad; edad de tránsito, y realmente, ¿no te aterra la idea de pensar que tarde o temprano tendrás que salir de la casa (volar del nido como se conoce entre nosotros) y pensar en tu futuro?
Cuando oímos en las noticias los nombres de Cambridge, Oxford, Sorbona… y teniendo en cuenta el dato de que vivimos en España, a veces nos puede parecer que nuestras universidades y demás centros se quedan pequeños al lado de tales sitios; pero, ¿qué valoramos a la hora de estudiar? Sencillamente, se tiende a pensar que estudiar (hablo de estudiar porque es a lo que me dedico) fuera de nuestras fronteras es algo que nos beneficia, ya sea por el idioma que aprendes, por la cultura… Bien, en lo que sí estamos de acuerdo es que todo eso influye en una perspectiva futura: aumenta las posibilidades de encontrar un trabajo más especializado y remunerado, que se traduce en un aumento de tu economía personal. Ya sé que a la mayoría no os preocupa por ahora el dato económico, pero de aquí a unos años, puedo asegurar que como todo lo demás, nuestros intereses se moverán por el dinero en la gran mayoría de nosotros. Y pregunto, ¿tenemos las suficientes oportunidades para conseguir esos objetivos? Yo creo que sí.
Sin ir más lejos, tenemos el claro ejemplo de las becas Erasmus. Desarrolladas por primera vez en el siglo XX, hoy son la oportunidad idónea para que jóvenes estudiantes se familiaricen y vivan de lleno la cultura de otros países y disminuyan sus fronteras sociales y culturales. Por otro lado, las relaciones entre distintos países de la UE brindan a la gente joven la oportunidad de ampliar sus conocimientos, y, como he mencionado anteriormente, tejerse un futuro prometedor. Pero claro, todo tiene sus inconvenientes; no todos nos podemos permitir el lujo de invertir tiempo y dinero en explorar nuevas culturas e idiomas, y no todos recibimos dichas ayudas.
Por eso, jóvenes estudiantes, si de verdad creéis en el desarrollo, soñáis con ser algo más que simples trabajadores; poned ahora de vuestra cuenta: estudiar idiomas, dominar el inglés, buscar oportunidades como las becas y no sintáis que perdéis el tiempo cada vez que os esforzáis en aprender algo diferente, nuevo… Europa da oportunidades a los jóvenes; no a todos; sé tú uno de ellos y… ¡APROVÉCHALO!
RAQUEL BALMASEDA SOLERA
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